La humanidad es un reflejo de Dios (imagen y Semejanza)
La humanidad es un reflejo de Dios (imagen y Semejanza) y por eso participa en la evolución de la Creación, e incluso en la realización de los milagros. Para que Israel se liberara, hizo falta la intervención divina para abrir el mar, pero también hizo falta la acción humana (inspiración divina) para que el milagro se completara. Lo mismo ocurrió cuando Jesús hizo el milagro de transformar el agua en vino. Sin la acción de los sirvientes, el milagro no hubiera sido posible. Recordemos que para que un milagro suceda, debe haber intervención divina e inspiración divina, la acción humana colaborando con la mano de Dios. Shalom