"UNA VIDA LLAMADA LIN"

La soledad del Poder.

Como dice el libro El Alquimista de Paulo Coelho, cuando algo esta para ti, todo el universo conspira para que eso se realice, porque es el mismo Dios, quien te pone en el momento preciso,  a la hora exacta, y  cuando entregamos un corazon puro, una mente clara y unas manos limpias, la vida misma entiende que es el momento de actuar y de hacer el bien.

Conocí al Dr. Leonel Fernández Reina , en el año 1986 cuando trabajaba como secretaria aprendiz del Dr. Abel Rodríguez del Orbe, en el edificio Diez, ubicado en la calle El Conde.  Recuerdo ese día como hoy, 

el Dr. Fernández, llego con unas cajas llenas de libro entre otras cosas y ya  instalado en su oficina con su biblioteca bien montada, yo pase a ser su secretaria, para esos anos el era abogado de oficio y todo se basaba en actos de alguaciles, intimación de pagos, actos notariales,  demandas,  sentencias, viajes al Palacio de Justicia, así como sus reuniones y compromisos con el partido.

Paso el tiempo y fuimos creciendo yo en mi espacio y el Dr. Fernández en el suyo, la política lo apasionaba y cada día escalaba más y más en el PLD, recuerdo cuando se lanzó a la vicepresidencia con el Profesor Juan_Bosch, la alegría me embargo, pero cuando decidió ser el Presidente de la Republica, sentí una emoción tan intensa que me lance a las calles, trabajando mañana, tarde y noche, puse mi mayor esfuerzo y ganamos las elecciones en mayo del 1996.

El 26 de agosto del 1996, sin yo estar esperándolo recibí una llamada del Despacho del Presidente, donde me informaban que debía de presentarme para trabajar con él, que felicidad yo, una simple mortal al lado del Presidente, esa fue una experiencia maravillosa, de mucha responsabilidad, de mucho trabajo, de mucho stress, de muchas angustias, al mismo tiempo felicidad y tristeza, donde conocí muchas personas, pero pocos amigos.

El poder es la droga más poderosa que existe, pues el que vive dentro de ella, se olvida que un día esta se consumirá y la soledad te matara, recuerdo esta frase en la navidad del 1999 “en la última navidad de cada gestión se sabe quién obtendrá el poder”. 

El 16 de agosto de 2000, me quede sin trabajo, sin esposo, sin dinero, con deudas, pero con mis dos hijos y con Dios, entonces aprendí, que todos se van menos Dios, que el que fue tu amigo ahora no lo es, que con poder o sin poder Dios nunca me desamparo, yo pase hacer una mujer mantenida, pero mantenida por el Señor y  sin darme cuenta cultive mi fe, mi sencillez y mi humildad, esas tres cualidades se unieron y Dios me bendijo.

En Deuteronomio 8: 11-20 “Advertencias de no olvidarse de Dios”, te habla que el Señor te puso a prueba para medir tu fe, te abastecerá y te dará riqueza y abundancia, pero jamás debes de llenarte los ojos de cosas vánales y mantener tu fe firme, sabiendo que solo existe un solo Dios, al único que hay que adorar.

Bendiciones.