UNA VIDA LLAMADA LIN "La adolescencia carece de un No"
“la consciencia es la presencia de Dios en el hombre”
Saliendo
del colegio en el 1984, comencé a estudiar la carrera de Derecho en la
Universidad Autónoma de Santo Domingo, al mismo tiempo estudiaba ingles y el secretariado ejecutivo
en el Instituto Cultural Dominico Americano,
tenia todo un futuro a mis pies, me visualizaba como una abogada exitosa
la cual estaría preparada para defender al mas afligido de los seres humanos,
al igual que una bailarina de ballet clásico que deslumbraría a los que me
vieran.
Sucede que cuando se inicia el
ciclo sexual femenino (entre 8 y 16 años), puedes salir
embarazada. En esa etapa de nuestras vidas, entendemos que nada nos puede pasar, que aunque nuestros padres nos corrijan y nos mantengan en obediencia total, nada nos va a ocurrir, lo tenemos todo "controlado", creemos que somos invencibles y nunca hacemos caso a la palabra "NO" que está absolutamente "ausente" en nosotras cuando tratan de hacernos ver por el camino que vamos.
Me di cuenta
que los padres tienen una institución que Dios les otorga al momento del
nacimiento de sus hijos y esto le permite saber lo que es bueno y lo que es malo
para ellos, lo pude comprobar cuando leí Proverbios 4:1-2 que dice: “Escuchad,
hijos, la enseñanza de un padre,estad atentos para adquirir cordura. Yo os doy buena enseñanza; por eso no descuidéis
mi instrucción”
En enero del
1986 algo extraño empezó a pasar en mi cuerpo, me sentía mal, vomitaba sin
ninguna razón, todos los olores me molestaban, me caía mal hasta la cotorra de
mi casa, me decía para mis adentros, algo raro me esta pasando…la menstruación no me llega!, sentía todos los síntomas pero no llegaba...ya estaba asustada!...entonces le comente la situación a mi novio y juntos fuimos al
laboratorio para realizarme una prueba de embarazo, y que creen? la prueba dio positiva!.
Mi mayor temor era mi papá y mi mamá; que decepción les voy a causar, que dolor, que desesperación, cuanta ansiedad; estaba muy angustiada y solo me venia a la mente la voz de mi papá advirtiéndome de mala manera: "Por eso no quería que salieras con ese muchacho" y al mismo tiempo escuchaba a mi mama decirme: "deja que tu papá se entere, tu veras lo que te va a pasar".
El miedo se hizo cargo de mi, no sabia que hacer, pensaba y pensaba y nada. En ese momento supe que mi papá tenia la razón en todo y que mi mama hacia todo lo posible por cuidarme...Tome la Biblia y leí en Proverbios 4:3 que dice: “Yo también fui un hijo para mi padre, delicado y único a los ojos de mi madre”.
Mi mayor temor era mi papá y mi mamá; que decepción les voy a causar, que dolor, que desesperación, cuanta ansiedad; estaba muy angustiada y solo me venia a la mente la voz de mi papá advirtiéndome de mala manera: "Por eso no quería que salieras con ese muchacho" y al mismo tiempo escuchaba a mi mama decirme: "deja que tu papá se entere, tu veras lo que te va a pasar".
El miedo se hizo cargo de mi, no sabia que hacer, pensaba y pensaba y nada. En ese momento supe que mi papá tenia la razón en todo y que mi mama hacia todo lo posible por cuidarme...Tome la Biblia y leí en Proverbios 4:3 que dice: “Yo también fui un hijo para mi padre, delicado y único a los ojos de mi madre”.
(lágrimas)….Se
fueron mis ilusiones de ser bailarina de ballet clásico, de ser una abogada
exitosa, de viajar por el mundo, de vivir sola, disfrutar de la vida, pero en
un segundo mi vida cambio y tuve que asimilar la responsabilidad que me esperaba, que de vivir en casa de mis padres pasaría a tener un marido, un hijo, un
trabajo y una casa.
Volví a leer los Proverbios y me encontré en el 4:5 que dice: “Adquiere sabiduría, adquiere inteligencia, no te olvides de ella ni te apartes de las razones de mi boca”. Decidí en ese momento que debía de demostrarme a mí y a mis padres que yo saldría hacia delante y que nada ni nadie me harían cambiar mi postura. Aprendí a través del dolor, Sin embargo, entendí que era mucho mejor aprender de las experiencias de los demás.
Volví a leer los Proverbios y me encontré en el 4:5 que dice: “Adquiere sabiduría, adquiere inteligencia, no te olvides de ella ni te apartes de las razones de mi boca”. Decidí en ese momento que debía de demostrarme a mí y a mis padres que yo saldría hacia delante y que nada ni nadie me harían cambiar mi postura. Aprendí a través del dolor, Sin embargo, entendí que era mucho mejor aprender de las experiencias de los demás.
Siempre digo esta frase “la consciencia es la
presencia de Dios en el hombre” El Señor, el Dios todo poderoso nos dio el libre albedrío y yo elegí obedecer a su voluntad y permanecer siempre en su palabra.
Les quiere,
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