CONVERSANDO CON EL ARQUEOLOGO JOSE GABRIEL ATILES BIDO
Sentados con una agradable copa de vino y una exótica
ensalada (como es su costumbre a la hora de recibir) nos
dispusimos a conversar con este gran hombre, Arqueólogo Escritor, Artista plástico y del Pincel, José Gabriel Atiles Bidó, hijo de Doña Esperanza y quien todavía sigue viviendo en
el peatón 3 número 3 del barrio INVI desde aquel día que llego procedente de
Nagua siendo solo un niño. De su relación con María, su actual y amada esposa,
han procreado 2 hermosas hijas Celine y Gabrielle. José
Gabriel nos deleita contándonos sobre su vida en el barrio INVI y responde
algunas preguntas que no podíamos dejar pasar.
Antes de comenzar, quisimos presentar un
perfil profesional sobre José Gabriel, que no le tomara mucho tiempo leer, donde mostramos algunas de las funciones que ha ejercido y sus libros publicados, para que
tengan una idea del caudal de conquistas que ha obtenido este ilustre escritor
en su dilatada vida.
-Miembro del Colegio Dominicano de ArtistasPlásticos -Investigador Asociado del INDIA Instituto Dominicano de Investigaciones Antropológicas de la Universidad Autónoma de Santo Domingo UASD -Investigador Asociado del Museo de Historia y Geografía -Investigador Asociado del Equipo Arqueológico de la Academia de Ciencias de la República Dominicana -Representó de observador a la República Dominicana ante la UNESCO y la FEALC -Posee carnet de investigador del Archivo General dela Nación
A pesar de ser artista , poco dados a las
funciones públicas, ha desempeñado algunos cargos tales como: Director del
Departamento de Arte rupestre y Espeleología Museo del Hombre Dominicano
Secretaria de Estado de Cultura 1996 /2006 -Director de Espacio Museo de las Casas Reales Secretaria de Estado de
Cultura 2004 – 2005 -Investigador Archivo General de la Nación Encargado
Departamento de Museografía 2006 – 2007 -Director Museos del Faro a Colon Secretaria de Estado de Cultura 2004 / 2005 -Consultor en Consultores Asociados Profesionales
Centro Eduardo León Jiménez 2002 / 2004
-Consultor Inversiones Arrecife Museo de Arte Taino Bávaro 1996 / 2006. En la actualidad es
consultor privado en proyectos de cultura.
Al momento de esta entrevista sus libros
publicados son: Arqueología de la Casa de la Academia de Ciencias, Elpidio Ortega
y Gabriel Atiles Bidò -Un Sitio Llamado el Manantial de la Aleta, Elpidio
Ortega y Gabriel Atiles Bidò -Arqueología en la Iglesia de Macao, Elpidio
Ortega, Gabriel Atiles y Jorge Ulloa -Arqueología de la Punta de Bayhibe.
Gabriel Atiles / Adolfo López - Plan de Conservación de Sitio ParqueNacional del Este, The Nature Conservancy -Las casas de Barrera Mordan -La
tragedia del Memphis -La cocina Aborigen -Del Behique al curandero -Diccionario
de la cocina dominicana -El corral de los indios -La dieta oculta del
dominicano -La ceiba de Colon.
Cuenta también con decenas de boletines y
artículos publicados en revistas nacionales e internacionales. Ha tenido
participación en las más importantes investigaciones y excavaciones
arqueológicas que se han practicado en nuestro país. Muchas cosas que hace a
diario, las hace por vocación o por colaborar con amigos, así, ha escrito
guiones para documentales, ha dictado cantidad de charlas y conferencias, Tambien como organizador y jurado del Carnaval y participando en programas de televisión
y en paneles de cultura.
P: Cuéntanos
de tus inicios en el barrio INVI.
R: Han
pasado algunos años desde que vinimos a ver por primera vez al barrio que se
construía y donde pensamos comprar una casa. El camino era vecinal y esa
primera vez por la Sánchez, hoy Independencia, debimos esperar a que cruzara un
ganado. El barrio estaba en construcción y todavía era un barrio amarillo de
caliche, un poco lodoso y ajeno. Ya difuso en mis recuerdos, dejamos la zona
céntrica de la ciudad cerca de RTVD y nos mudamos al barrio INVI, pocos
vecinos y un ventorrillo en un Gredar con ventanas de trapos marrones, era
el único colmado donde hoy está el club. Un barrio humilde para obreros,
que rápidamente vendieron y los que se quedaron, llegaron a ser una
comunidad ejemplo de progreso personal.
Antes de que fuera un barrio había un par de casas,
estancias solariegas, en una vivía Carolina la hija del Dr.Juan Bosch con José
Stephan su marido. A Doña Carolina, le compramos nuestro primer televisor. De
los tres hijos del matrimonio Stephan/Bosch aún conservo la amistad del mayor,
José (ahora en el extranjero con un cargo consular), pronto se mudarían de
allí, y en su lugar vendría a vivir los Perozo/Barinas no menos amigos que los
anteriores. Caco y yo discutíamos de arte, José Luis era un galanazo,
quien me diputo una chinita y la gano; y Fonso ajeno y muy joven Sonia pertenecía
a otro territorio.
La otra casona era de un señor de apellido Cisneros
a quien le faltaba un brazo y usaba una prótesis terminada en guante negro de
goma que alimentaba mi fantasía de niño. Esta era una especie de granja de
pollos abandonada que muy pocos de aquella época no tuvimos una encrucijada
maroteando allí. Ahora es el monte Carmelita y antes fue la casa de veraneo de
los Taveras los dueños de Divertilandia.
El peatón 3 se fue poblando y los muchachos, papo
y nani de cuqui y Luis Felipe, Frank y los mellos y sus hermanas hijos de Uri y Minerva, papi y
nene de Mateo e Ita, Rodolfo de Cury, José y Carolina de José Caballo y
muchos que vivieron algún tiempo y se mudaron dejándonos esa nostalgia de
colonos y de desalojo.
En el barrio un buen día decidimos salir a
encontrarnos y así me hice amigo de Jesús Vitini y Jorge, y de allí
salimos a enamorarnos al Colegio San Gabriel o al Paulo Sexto. Jesús me
presento una de las novias de infancia que más recuerdo y que de la hermana
debe acordarse el hijo de Doña Cruz. Jesús también me presento a Tito, en
paz descanse hermano de Ramón, Carlos y Miguel Rivas, Yudelca con esos ojos
triste y alegres al mismo tiempo su hermana, se casó joven, Tito y yo
fuimos inseparables durante mucho tiempo.
Pero antes de salir a la calle debimos ir todos al Colegio
Pepe Álvarez, allí Cuquito, Pericles y Yo fuimos una suerte de tres mosqueteros,
a los otros la verdad los recuerdo pero como estampas de un libro que leí muy
rápidamente. El Pepe solo llegaba hasta sexto y debimos salir del barrio para
buscar otras escuelas, dejando el perfume de una flor muy rara y exótica
llamada Sayonara.
Siempre use el pelo largo y tuve una tendencia al
arte por lo cual no fue extraño que estudiara en Bellas Artes y me inclinara al
medio creativo. Lo que para mí era muy normal en la sociedad era una conducta
entendida de manera errada, pese a mi aspecto descuidado y Hippie fui un
muchacho inocente y familiar que nunca use drogas ni alcohol. Vine a beber hasta los veintitantos, no sabía que
se podía beber antes…
A fines de terminar la secundaria era flaco como
una aldaba y me hice de una bicicleta que era como una de mis extremidades,
mochila al hombro pelo largo y flaco. Leer, escuchar a Silvio Rodríguez, beber
vino o estar con mi novia era la definición de la vida.
Ya en pleno bachillerato conocí los amigos más
permanentes que tuve del Barrio, Bernardo (Miru) Gabriel Estrella,
Diógenes Méndez, en esa época surgen nuestras primeras novias, de las que
no debemos hacer recordación, ya que hoy son casadas y con hijos y
algunas viven en el barrio.
No puedo faltarle con la memoria a mi amigo Emilio, las malas compañía y una actitud equivocada hacia la amista impidió para
siempre que nos fuéramos al día siguiente de Semana Santa. En paz descanse.
Hice muchos amigos en el Barrio, Guarocuya, Rafael
Peralta, Mauricio, y Narciso, Tancredo todos ellos los buche de perico. Más
tarde Cesar, Sheila Garden y Marcos a quien no termino de extrañar….
P:
tengo la información de que eras el más tímido del grupo, pero al repasar tu
hoja de vida, ¿Cuándo surte efecto la transformación y te conviertes en un
bohemio?
R: (Risas)…Siempre
fui el más pariguayo del grupo, por lo cual no tengo mucho que contar ni de
que echármela. Aunque los muchachos a veces tenían que reconocer que
algunas veces era un pariguayo con suerte. De la escuela de arte al medio del teatro y
la televisión hice mis amigos de hoy, Luis Díaz, mucho antes de mudarse
en el barrio me presentó la que sería mi primera relación
permanente en esos años; ochenta. Un viaje cambiaría todo. Durante muchos años
trabaje en una compañía de arquitectos y mi amistad con el dueño de la compañía
y su familia influyo en nuevas amistades y gustos, desafiando mis
conocimientos en música de la cual para ese entonces solo escuchaba
a Silvio Rodríguez. Dejando un breve espacio para entender a mis primos
hermanos; Caonex y Vilma y Henry, instrumentistas clásicos. Un
amigo y yo pusimos un restaurante y bar en Gazcue todo un éxito, pero las
responsabilidades y la bohemia terminaron pos cansarme y un día tomé mi
bicicleta y dejé el negocio.
P:
¿Eres vegetariano por elección filosófica o de salud?
R: La
carne siempre me sentaba mal por lo cual casi nunca la comía. Recuerdo que fue
en un viaje a la Romana, cuando conocí a María Elena Núñez la periodista y nos
hicimos amigos, su práctica del yoga influyo en mi decisión de ser vegetariano
a tiempo completo, de esa breve pero siempre recordada amiga conocí a
Nuria Piera, a Camelia Mitchel a Marcia Facundo a Ovalles y Edili, gente buena y
progresista hasta el día de hoy. Como no hay sectarismo, en mi viaje a la selva del amazona, Orinoco, probé, el Capibari, baba o cocodrilo, culebra y me aficioné
a una salsa que llaman catara, hecha de una hormigas llamada “bachaco” ajíes
picantes y jugo de yuca. Aunque lo hice por pura gastronomía porque me la
pasaba muy bien en los mercados y ríos comiendo pirañas y toda suerte de
pescados de ríos que por allí son enormes. Más tarde practicaría el yoga. Pero
ser vegetariano no tiene nada de filosófico sino que es una elección de salud.
P: ¿Cómo
te defines actualmente?
R: Actualmente
puedo definirme como una persona del barrio, que tengo recuerdos íntimos de
cada una de sus calles y que me siento contento de pertenecer a una comunidad
que se entiende.Nunca tuve peleas más allá de las verbales y por celos de
algún enamorado mal correspondido, ya por suerte lejos del barrio o los
malos entendidos casuales y normales a que lleva la juventud.
P:
¿Cuál es tu mejor y tu peor recuerdo?
R: Como
en el Yin y el Yan, la vida y la muerte…mis recuerdos más alegre son mis hijas
y el más triste es mi madre.
P: ¿Cómo es tu día a día?
R: Salgo
poco, casi siempre estoy leyendo o escribiendo o haciendo algo
de jardín, me gusta construir casas algo que tome de mis años en la compañía
de arquitectura, No tengo muchos bienes pero tengo tiempo libre y amigos
para gastarlo.
P: ¿Cuáles fueron tus primeras experiencias
como Arqueólogo?
R: Sin
esperar que este respetando la cronología, en un trabajo de exploración que
hice a la Isla Saona con The Nature Conservacy conocí a Renato Rimoli quien más
tarde me presentaría a Marcio Veloz Maggiolo y Elpidio Ortega quienes
seria mis maestros en arqueología y me enviarían a Cuba.
De regreso del viaje a Cuba trabajaba en el Museo
del Hombre dominicano organice varias exploraciones científicas en el
país e intercambie con mucha gente,algunos son personas de muy gratos
recuerdos, por ejemplo, mi viaje a la Selva del Amazona
buscado material Etnográfico, esta si fue una aventura.
P: ¿Cómo llegas a insertarte en el
maravilloso mundo del arte?
R: Me forme como Artista
plástico, pero para poder insertarme en
el mercado laboral estudie Museografía, esto es hacer museos.He trabajado en muchos parques y museos y he tenido que viajar a otros países para ampliar mis conocimientos para lo que fue, y que casi nadie sabe, diseñar y construír junto a Marcio Veloz Maggiolo y Elpidio Ortega el “ManatíPark” en PuntaCana y el Centro León de Santiago.
P: ¿Cómo
está tu relación con Dios?
R: ¡Doy
gracias a Dios por todo!
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