Como lidiar con tus problemas y no perder el equilibrio
La vida puede ser
simple o puede ser complicada en un momento dado según la actitud que tomemos
frente a determinas situaciones. A continuación te voy a presentar siete
principios simples que te ayudaran a en tu día a día a lidiar con tus problemas
y no perder el equilibrio.
1- Evita hablar con cualquiera
de tus planes.
No
comentes tus planes con cualquiera, aunque sea
difícil, es mejor esperar a que sea una realidad. Muchas personas pueden
destruir tus planes con una sencilla mala intención. Hay gente perversa.
Si
vas a hablar de lo que piensas hacer o tienes
una gran idea, conéctate con gente que tenga pensamientos similares y juntos se
apoyen, se impulsen, se motiven durante el proceso y que progresivamente vayan compartiendo
sus experiencias para crecimiento mientras celebran sus logros.
2- Tus conflictos familiares
y laborales son tuyos.
Mientras
más hables de tus conflictos más grandes y difíciles de resolver se vuelven y
te dejan atrapado en una telaraña de informaciones inútiles y malsanas. Si por
el contrario, eres reservado y solo utilizas los consejos de personas que han
superado o manejado situaciones similares tendrás un montón de herramientas
para superar las tuyas. Recuerda que tus problemas aunque parezcan similares a
otros pueden tener consecuencias diferentes. Tener un pensamiento divergente
puede ayudar en muchos casos.
3- No malgastes
energías hablando mal de los demás.
Los comentarios
negativos de otros no los puedes albergar en tu mente, de esa manera no permites
que eso afecte tus pensamientos y se conviertan en un círculo vicioso
desgastando tu cuerpo y desencadenando en una serie de situaciones difíciles de
manejar. Evita rodearte de personas que siempre tienen algo malo que decir
sobre una situación o sobre alguien. Tu entorno tiene que tener una atmosfera
saludable y tus relaciones tienen que ser sólidas y equilibradas en su forma de
pensar.
4- La experiencia
espiritual es para vivirla y no para exponerla.
Si alguien
más necesita de tu ayuda en este aspecto, entonces puedes compartirlo, de lo
contrario, es mejor que no lo hagas, las personas que no tienen control espiritual
no pueden comprender las revelaciones que surgen en un plano que no es físico
ni racional. El hombre natural no puede discernir las cosas espirituales, por
eso las califica como locuras.
5- Exponer las
limitaciones no siempre es una buena opción.
Evita
compartir con personas fuera de tu entorno de influencia: “no he dormido bien”,
“tengo hambre”, “no tengo dinero”, “no puedo con eso, es demasiado para mí”, o
cualquier otra situación limitante. Guárdalo para ti!! Muchas veces, pasar por
momentos de precariedad económica, de salud, de seguridad, pueden ser procesos
o pruebas por los que debemos pasar para desarrollar alguna área de nuestra
vida o vivir una experiencia que nos ayude a manejar cualquier tipo de
calamidad.
Lo
interesante es que cuando las compartes generalmente lo haces con gente que te entiende
pero no ayuda. Y claro que te entiende, está pasando por el mismo problema. La
ayuda debe venir siempre de gente que ha superado sus problemas y sus
experiencias nos sirven de alguna manera para superar los nuestros.
6- No hay necesidad de
que todos sepan que eres un héroe.
Hay
personas que han hecho o han superado un reto más grande y trascendente que tú alguna
vez en la vida. Es recomendable callar y prestar atención al testimonio que nos
cuentan sabiendo que es más gratificante disfrutar de sus logros que
interrumpir y tratar de competir o neutralizar el impacto con nuestras
experiencias.
Eliminar
el “yo también” y cuidar de dar “respuestas autobiográficas”, te hace conectar
emocionalmente con esa persona mientras disfrutas su historia. Al final solo te
tiene que satisfacer el hecho de saber que otro también superó su prueba o
terminó su proceso.
No
comentes lo duro que trabajas. Hay gente trabaja más duro que tú. Mejor promete
por debajo de tus posibilidades y da por encima de ellas.
7- Cuando realices
actos de conscientes de compasión, Guárdatelos!!
No hagas
nada por obligación sino por amor. “Que tu mano izquierda no sepa lo que hizo
la derecha”. Cacarear lo que haces demuestra una falta de humildad y de dominio
propio. Es cierto que ayudar a los demás te hace sentir bien, ahora bien, no puedes
hacer las cosas parar esperar reconocimientos, que quizás nunca lleguen. Tus
buenas acciones deben quedar en silencio. La grandeza de una persona no está en
lo que dice que hace sino en lo que otros dicen que haces y como los ha hecho sentir.
Si llegaste hasta aquí, gracias, es el final.
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