Transformando mi vida.
“Por qué de tal manera amó Dios al mundo que ha dado a su
hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga
vida eterna” Juan 3:16 (RVR 1960)
Hemos visto que en la medida que aprendemos a pensar a la
manera de Dios, empezaremos a vivir a la manera de Dios. Transformación es
mucho más que poner información en tu cabeza. Se trata de vivir lo que Dios
esta obrando en ti. Queremos que sientas que Dios tiene mucha pasión por ti. El
texto bíblico de esta semana no dice: “ Porque
de tal manera amó Dios al mundo.” Tu eres parte del mundo. Dios te ama. Su
amor no es distante ni impersonal. Es apasionado.
Un regalo doble
La segunda parte del texto bíblico de esta semana nos dice: “Ha dado a su hijo unigénito” El amor de Dios por ti le costó mucho más de
lo que podríamos imaginar o medir. él te dio a Jesús para pagar por tus pecados
y proveerte un puente entre tú y él.
La tercera parte del texto dice: “Para qué todo aquel que en él cree” Es decir: TODOS tenemos la
oportunidad de aceptar a Jesús. Lo primero que necesitas hacer es creer. No
tenemos que ganarnos el amor de Dios, todo lo que tenemos que hacer es aceptar
su amor a través de Jesucristo.
Cuando aceptamos ese amor se nos ofrece la otra parte del regalo,
la promesa de Dios “que no se pierda,
más tenga vida eterna” Dios te ama tanto que él dio a su hijo por ti.
Cuando aceptas esta propuesta de creer en Cristo, te ganas la promesa de la
vida eterna. ¡esa sí que es una buena noticia!
Juan 1:12 dice: “Más a todos los que le recibieron, a los
que creen en tu nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios.” La
Biblia nos esta enseñando que no todas las personas son hijos de Dios. Todos
somos creación de Dios. Para ser considerados hijos de Dios además de creer en
Jesús, es necesario recibirle en su corazón.
Si aún no has aceptado la propuesta de Dios, te animo a que
lo hagas hoy. Si ya lo has hecho, entonces vive a la luz de la palabra de Dios
y serás bendecido.
¡Date la oportunidad de trasformar tu vida!
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