Transformado para ser libre de la opresión
“Y ante todo, tened entre
vosotros ferviente amor; porque el amor cubrirá multitud de pecados.”
Ira de Pedro 4:8 (RVR
1960)
El libro de Génesis nos da los detalles de la creación. Dios
todo lo hizo hermosos sin embargo, un detalle sale a relucir: Dios no vio con
buenos ojos que el hombre habitara la tierra en soledad. Es decir, Dios nos
creó como seres sociales para vivir u compartir en comunidad para que
aprendiéramos de las experiencias de los demás para que nosotros fuéramos de
bendición a nuestros semejantes.
Construyamos
relaciones saludables
Dentro del proceso de transformación que debemos
experimentar para pder disfrutar la vida plenamente, tenemos que aprender a
construir relaciones saludables que nos aporten principio y valores que estén
alineados con nuestro propósito.
Para esta importante tarea tendremos que aprender a evitar
como amigos cercanos a personas ociosas que no desean trabajar ni avanzar;
personas que se dejan dominar por la ira y que no son capaces de conciliar con
nadie; evitar a personas inmorales que no guardan su dignidad porque tarde o
temprano ese tipo de personas detendrán tu avance y correrás el peligro de ser influenciado a ser partícipe
de sus práctica, las cuales no te
conducen a nada bueno.
No estamos diciendo que no ames a tu prójimo, estamos
diciendo que los ames pero que sepas guardr una distancia prudente uqe no te
haga daño. Por el otro lado, busca tener siempre cerca de tú a personas que
puedan nutrir tu mente con cosas buenas; personas que puedan apoyarse
emocionalmente y fortalecerte espiritualmente.
El amor de Dios es tan grande que, si un pecador se
arrepiente, su pecado y su pasado quedan atrás. Si has vivido alejado de Dios,
es un buen momento para que te decidas a emprender un nuevo camino de la mano
de El, para que tus relaciones con los demás reparadas y sean saludables.
Si Cristo esta en tu corazón, muéstrate compasivo con los
demás así como Dios lo ha sido contigo. Extiéndele la mano al necesitado y
mantente con ellos en los tiempos de adversidad. Comparte a Cristo con ellos y
animales a aceptarles como Señor y salvador, para que conozcan que a través de
El han ganado un hermano (a), una vida nueva.
¡Busca
ser esa clase de amigo que deseas encontrar!
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