No esperes que se acabe
Baruj Hashen
Génesis 43:10
"Pues si no nos hubiéramos detenido, ciertamente hubiéramos ya vuelto dos veces"
El capítulo 43 de Génesis comienza describiendo un hambre grande el la tierra. Sucedió que en el tiempo de hambruna los hijos de Jacob habían descendido a Egipto a buscar alimentos y trajeron gran provisión a su casa.
Pero "donde se saca y no se mete" las cosas se acababan. Eso ocurrió en casa de Jacob. Dice el versículo 2 "y aconteció que cuando acabaron de comer el trigo que trajeron de Egipto, les dijo su padre: Volved, y comprad para nosotros un poco de alimento"
Cuantas veces tenemos que salir corriendo para comprar el gas, el agua de beber, azúcar para el café, la baterií del vehículo, resolver un problema, comprar provisiones, tomarnos un medicamento ya con el dolor insoportable, todo por demorarnos y no anticiparnos a lo que sería algo inevitable.
PENSEMOS...
Ser precavido debe ser una cualidad inmutable en la vida de un creyente. No esperes que se acabe, mucho menos cuando sabes donde tienes que ir para suplir lo que haga falta.
Tantas veces hemos fallado creando situaciones incómodas por no actuar de manera diligente. Cuantas veces quedamos en necesidad, generando stress, angustias y causando molestias por tener que recurrir a terceros, que muchas veces, nos enfrentan y nos hacen saber que lo solicitamos por habernos demorados y no tomar las precauciones necesarias para atender nuestras necesidades.
En lo espiritual, demorarnos puede ser causa de una desobediencia.
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