CÓMO HABLAR PARA QUE TE ESCUCHEN, Y CÓMO ESCUCHAR PARA QUE TE HABLEN

¿Te has preguntado alguna vez por qué a veces sientes que no te entienden o que la comunicación se pierde en la traducción?

«Usted puede saber lo que dijo, pero nunca lo que el otro escuchó».


—Jacques Lacan


Te doy la bienvenida al fundamental mundo de Los Sistemas Representativos, una herramienta básica en la comunicación eficiente (PNL) que, al entenderla y aplicarla, puede marcar la diferencia entre una comunicación superficial y una conexión genuina (exitosa).


Porque solo aprender a hablar bien... no alcanza.


El Desafío de la Percepción Divergente


Enfrentémonos a una realidad innegable: cada individuo ve el mundo a través de un prisma único. ¿Alguna vez te has preguntado por qué una experiencia compartida puede percibirse de manera tan diferente para distintas personas?


La clave se encuentra en los sistemas representativos, los cuales actúan como filtros a través de los cuales interpretamos la realidad.


Preconcepto errado: asumir que todos ven, escuchan y sienten de la misma manera es un error que puede limitar enormemente nuestras interacciones.


La Danza de los Sentidos


Entender el porqué y el gran valor de las herramientas que tenemos (todos) ya disponibles para aplicar de la PNL, y sus sistemas representativos, es abrir la puerta a una comprensión más profunda de cómo procesamos la información que nos rodea las distintas personas.


Nuestros sentidos, lejos de ser simples receptores, son los escultores de nuestro mapa mental. Imagina esto como un baile constante entre la vista, el oído, el olfato, el gusto y el tacto.


Este mapa, único para cada individuo, es nuestro punto de referencia para entender y actuar en el mundo.


Los Tres Pilares: Visual, Auditivo, Kinestésico


Cada sistema representa una puerta de entrada distinta a nuestra experiencia del mundo:


1. Visual (SV): Este sistema está intrínsecamente ligado a la vista. Desde observar objetos en el mundo exterior hasta visualizar cosas en nuestra mente, los visuales procesan información principalmente a través de imágenes.


2. Auditivo (SA): Aquí, el foco está en la escucha. Desde sonidos externos hasta la capacidad de escuchar internamente, los auditivos se conectan profundamente con el sentido del oído.


3. Kinestésico (SK): Este sistema abarca el gusto, el olfato y el tacto. Las sensaciones, emociones y los sentidos internos del equilibrio y el movimiento son sus principales herramientas para entender el mundo.


Dinamismo y Complementariedad


Es crucial comprender que estos sistemas no son estáticos. Interactúan entre sí de manera dinámica, y un individuo puede favorecer un sistema sin excluir los otros dos.


El desarrollo de una aguda sensibilidad en cada sistema es una meta explícita de la PNL, según destacan O'connor y Seymour en su obra.


¿Por Qué Importa Aprender sobre Sistemas Representativos?


Imagina poder adentrarte en el mapa mental de otra persona y comprender cómo ve el mundo. Esta habilidad no solo te permite adaptarte naturalmente a diferentes situaciones, sino que también potencia tu capacidad para comunicarte de manera efectiva.


Conectando con el Otro


Saber en qué sistema representativo se encuentra tu interlocutor en un momento dado te proporciona una valiosa ventaja. Puedes ajustar tu comunicación para entrar y salir de su sistema de manera natural y fluida.


Por ejemplo, si detectas que alguien está en un estado auditivo, puedes utilizar un lenguaje que resuene con su preferencia, creando así una conexión más profunda.


Sistemas Representativos Preferidos


Alrededor de los 11 o 12 años, desarrollamos preferencias por uno de estos sistemas. Detectar estas preferencias puede hacerse observando indicadores visuales, auditivos y kinestésicos. Aunque tendemos a tener un sistema predominante, aprender a utilizar los tres con conciencia y técnica amplía nuestras habilidades comunicativas:


Visual:


- Hombros hacia arriba.


- Parpadeo rápido.


- Movimientos oculares hacia arriba al pensar en imágenes.


- Señalan los ojos al hablar.


- Respiración alta y rápida.


Auditivo:


- Cabeza ligeramente hacia atrás.


- Hombros balanceados.


- Respiración diafragmática y a ritmo medio.


- Movimientos oculares en la línea media al escuchar.


- Emiten suspiros.


- Organizan bien las oraciones al hablar.


Kinestésico:


- Hombros caídos hacia adelante.


- Cabeza levemente hacia abajo.


- Movimientos lentos y gesticulan con las manos hacia sí mismos.


- Respiración baja, abdominal y profunda.


- Cambian el color de la piel según las emociones.


- Hablan con ritmo lento y tono grave.


Herramientas Prácticas: Predicados


¿Lo sabías? Los predicados son palabras con base sensorial que nos permiten adaptar nuestro lenguaje según el sistema representativo de nuestro interlocutor.


Visuales: Mirar, Imagen, Foco, Visualizar, Perspectiva, Brillo, Ver.


Auditivos: Decir, Ritmo, Tono, Sonido, Resonar, Vocal, Armonioso.


Kinestésicos: Tocar, Empujar, Acariciar, Presión, Cálido, Frío, Áspero.


Ahora lo sabes.


La Transformación Personal y Profesional


En la vida cotidiana, el conocimiento y aplicación de los sistemas representativos nos otorgan un poder significativo y gran diferencial para destacar mediante una mejor competencia comunicacional en todos los formatos.


No solo mejoramos nuestras relaciones interpersonales, sino que también potenciamos nuestra influencia positiva en los demás. En el ámbito familiar, equipos de trabajo o conversaciones informales, estos sistemas nos ofrecen una brújula para crear conexiones más profundas.


A nadie le importa tu historia, les importa su historia y cómo tú logres conectar con su forma de percibir mejor.

Si tu audiencia puede verse a sí misma en tu historia, entonces se preocuparán por tu historia.

En conclusión: Hacia una Comunicación más Consciente


Dominar los sistemas representativos en nuestra comunicación consciente va más allá de una simple herramienta comunicativa; es un viaje hacia la consciencia y la maestría personal.


En un primer paso, reconocemos y comprendemos nuestros propios sistemas primarios. Observarnos y conocernos nos permite, en un segundo paso, conectar más efectivamente con los demás y construir puentes sólidos en nuestras relaciones.


Esto nos propone, además, comprender la necesaria ventaja de mantener nuestro compromiso propio con el desarrollo de nuestras inteligencias: Intrapersonal y la Interpersonal.


El objetivo final de este conocimiento no es solo aprenderlo, sino incorporarlo y aplicarlo para crear influencias positivas en los demás.


En un mundo donde la conexión genuina es cada vez más valiosa, los sistemas representativos se presentan como la llave maestra para abrir puertas a relaciones más significativas y a una comunicación consciente y efectiva.


Aprender a navegar estos sistemas es un viaje que no solo mejora nuestras interacciones, sino que transforma la calidad misma de nuestra vida.


¡Conéctate con éxito a través de la comprensión y aplicación de los sistemas representativos!


¡Adelante! Nuestra mejor versión nos está esperando.


Ariel Hermandez 


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