Ensayo, David y Betzabé, la historia que no se cuenta

"Y sucedió un día, al caer la tarde, que se levantó David de su lecho y se paseaba sobre el terrado de la casa real; y vio desde el terrado a una mujer que se estaba bañando, la cual era muy hermosa. Envió David a preguntar por aquella mujer, y le dijeron: Aquella es Betsabé hija de Eliam, mujer de Urías heteo. Y envió David mensajeros, y la tomó; y vino a él, y él durmió con ella. Luego ella se purificó de su inmundicia, y se volvió a su casa. Y concibió la mujer, y envió a hacerlo saber a David, diciendo: Estoy encinta". 2 Samuel 11:2-5

El autor comienza diciéndonos algo muy particular: "Y sucedió un día, al caer la tarde, que se levantó David de su lecho" ¿Qué nos quiere decir esta narrativa?

Podemos interpretar que no fue un día normal en la costumbre del rey, en ese momento entraba la oscuridad de la noche y estaba solo en su cama. Esto sugiere, de acuerdo al hecho, que los pensamientos de David estaban dirigidos por impulsos sexuales qué lo inquietaron y levantaron de la cama.

Cuando David ve a Betsabé, sus impulsos fueron tan fuertes, tanto así, que no le importó que fuera la mujer de uno de sus valientes. Y aquí pasa algo muy revelador, David envía sus mensajeros a buscarla, y en un acto de poder, la obliga a tener relaciones.

¿Fue a la fuerza? donde dice eso, por qué a mi me enseñaron qué Betzabe fue que lo provocó bañándose en la terraza real frente a la ventana.

¡Quizás, un Error de interpretación para justificar a David!

Ya dijimos, "Sucedió un día" en el que David se levantó y vio una mujer hermosa bañándose, en un momento de oscuridad y cegado por sus pensamientos e impulsos sexuales, es decir, fue algo fortuito, un momento casual de sexualidad que terminó en una tragedia por no controlar sus impulsos.

Además, el hecho de que Betsabé se purifica antes de ir a su casa, nos habla de una mujer, que independientemente de lo que pienses de ella, su alma estaba afligida y sintiendo su cuerpo sucio, por eso cumplió el rito de purificarse para limpiarse del pecado, espiritual y físicamente, antes de presentarse al hogar que ocupaba junto a su esposo.

Y más aún, su comportamiento habla de mujer sabia y prudente, pues se mantuvo callada del hecho vergonzoso, y solo cuando estuvo convencida de su embarazo, no lo comunicó a su esposo para deshonra, sino que fue donde el culpable de su afrenta, al mismo rey, tomando el riesgo de ser condenada.

¡Pero vino algo peor! David con todo el poder y autoridad que tenia, pudo hacerse responsable y restituir la honra sobre los afectados. Pero no, estaba tan cegado por sus deseos, que en un acto vil, prefirió matar a Urías para quedarse con su mujer.

Bueno, la historia nos cuenta en el mismo Libro de Samuel, que un tiempo atrás, el rey David había hecho algo similar al quitarle a Palti la mujer que amaba, con la que estuvo unido durante 14 años y por la cual lloró inconsolablemente y quiso retener, sin éxito, pues David ejerció su poder y no tuvo misericordia.

Si, nos referimos a Milca, hija de Saul, la mujer que David obtuvo por 200 prepucios de filisteos y cuya historia es digna de comentar en otra ocasión.

La historia de David con Betsabé nos muestra que nadie está exento de caer en pecado, ni siquiera el rey que amaba y honraba a su único Dios.

El Salmos 51 es una muestra de como David reconoce su maldad y pide al Eterno sus misericordias y piedad para borrar sus transgresiones.

¡Una revelación, todos somos susceptibles al error!

Este episodio es una muestra de la fragilidad humana, que aún, siendo fieles devotos a HaShem, no somos inmune a las tentaciones y en cualquier momento, nos dejamos llevar por nuestros deseos e impulsos egoístas y caer en actos deshonrosos con consecuencias devastadoras.

Este relato nos invita a reflexionar sobre nuestra naturaleza humana y la importancia de controlar nuestros pensamientos, deseos e impulsos sexuales, la lengua y el corazón.

Trabajar constantemente nuestro carácter para rectificar esas áreas, nos dará el crecimiento, la madurez y el progreso para enfrentar las tentaciones y salir victoriosos.

Shalom