ENSAYO. Cuando los traumas y la confianza se contraponen al enfrentar posibles soluciones.
"De esta manera habló Moisés a los hijos de Israel; pero ellos no escuchaban a Moisés a causa de la congoja de espíritu, y de la dura servidumbre. Y habló Jehová a Moisés, diciendo: Entra y habla a Faraón rey de Egipto, que deje ir de su tierra a los hijos de Israel. Y respondió Moisés delante de Jehová: He aquí, los hijos de Israel no me escuchan; ¿cómo, pues, me escuchará Faraón, siendo yo torpe de labios?" Éxodo 6:9-12
Hagamos un ejercicio serio y veámonos actualmente pasando por una situación similar.
De repente se levanta un hombre y dice que hay un Dios que les hablo a sus padres, y que lo ha hecho su lider con la encomienda de liberar al pueblo de la esclavitud y sacarlos de Egipto a una tierra de abundancia, la que ha sido dada en promesa siglos atrás por el mismo Jehová. "Pero ellos no lo escuchan"
AHORA, PENSEMOS...
Israel vivía bien en Egipto, pero luego fue sometido una de las peores experiencias humanas, duró años y años de trabajo forzado, sufrimientos, dolor y traumas al enfrentar la amenaza de dos posibles genocidios.
Ahora estaban llegando a casa tardísimo y cansados para iniciar los ajetreos propios de la casa y la familia, mal pagados y viviendo en condiciones de extrema pobreza, sin la esperanza de un porvenir de bienestar.
Sin embargo, cuando llegó Moisés con la solución el pueblo no lo escuchó. Pero así sucede muchas veces, el dolor, la ansiedad y la desesperación por salir de una situación te impide escuchar la solución que Dios ha enviado.
El asunto es que, quien habla es un hombre al que no se conocen su verdadera identidad, se sabe que es levita, pero con 40 años en Egipto y 40 en Madian, su apariencia no es definida y su lenguaje es torpe, una mezcla de idiomas y costumbres le impiden comunicarse adecuadamente en su lenguaje natal y representar su verdadera esencia.
La pregunta que debemos hacer es, ¿Cómo puedes poner tu confianza en alguien así, al que no conoces bien, y lo que conoces es confuso para entregarle tu futuro?
SHALOM
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